Aunque los primeros lavavajillas datan del siglo XIX, no ha sido hasta los últimos años cuando este electrodoméstico se ha popularizado entre la mayoría de la sociedad española. Y es que para muchas familias es un aparato indispensable que ahorra tiempo ante la engorrosa tarea de fregar los platos a mano.
Pero, pese a que su funcionamiento parece sencillo, es cierto que muchas personas todavía cometen errores comunes al poner el lavavajillas. Principalmente se basan en tres factores:
- Colocar utensilios que no debemos en el interior del lavaplatos, ya que se pueden estropear en vez de limpiarse, debido a los materiales con los que están hechos.
- También puede ocurrir lo contrario y no colocamos ciertos utensilios porque pensamos que el lavavajillas los va deteriorar pero no es así, o ciertos elementos que nunca se nos había pasado por la cabeza meter en este aparato.
- Por último, lo más habitual es colocar la vajilla de forma incorrecta, desaprovechando el espacio o evitando que se laven bien los platos.
Ante estas premisas, te vamos a enseñar siente de los errores más frecuentes, no solo para principiantes, y cómo se pueden solucionar.
1- Prelavar la vajilla
Si bien es cierto que es recomendable dar un agua a los utensilios que tengan comida muy pegada antes de meterlos en el lavaplatos, un error común es frotarlos con el estropajo impregnado de jabón y después colocarlos en el aparato.
Esta acción supone una redundancia y una pérdida de tiempo y de agua porque la vajilla ya está limpia tras haberla frotado. El lavavajillas está para lavar los platos, no tiene sentido lavarles antes por completo.
Si lo haces porque notas que el aparato lava mal, es que tiene algún problema y deberías solucionarlo.
2- Llenar en exceso el lavavajillas
Para que el lavaplatos sea lo más eficiente posible, es conveniente que esté completamente lleno. Pero lleno no significa sobrecargado sino dentro de sus límites.
¿Cómo comprobar si está más lleno de lo recomendado? Debes comprobar que toda la vajilla quede expuesta al agua, manteniendo el espacio recomendado entre utensilio y utensilio y sin sobreponer ningún plato o cacerola encima de otros. Esto provocará que se tapen zonas que el agua y el jabón no podrán lavar y por tanto la vajilla terminará el ciclo de lavado sucia.
3- No leer el manual de instrucciones
Cuando vas a utilizar un lavavajillas por primera vez, lo ideal es comenzar leyendo el manual de instrucciones. Y es que cada modelo funciona de una forma diferente, no todos se utilizan de la misma manera. La disposición de los platos y de los cubiertos dependerá de la distribución del aparato, así como la ubicación de los brazos y aspas puede ser diferente.
4- Meter la vajilla de cualquier manera
Las bandejas del lavavajillas están creadas para albergar diferentes utensilios. Por ejemplo, los cubiertos suelen ir en un cesto o en una bandeja en la parte superior del aparato. Pero para que se laven correctamente tienen que guardar una disposición específica: los cuchillos con el filo hacia abajo, los tenedores con las púas arriba y las cucharas unas hacia arriba y otras hacia abajo. Además, también conviene separar los cubiertos de acero inoxidable de los de plata o madera (consulta el manual de instrucciones para saber más).
Para los vasos, evita ponerlos en los pinchos separadores pues podrían romperse, y los platos no hay que colocarlos demasiado juntos porque si no el jabón no llegará a toda la superficie.
5- Colocar los grandes utensilios y el plástico en la parte de arriba
En cuanto a los grandes recipientes, deberán ir colocados en la parte de arriba o en los laterales de la parte inferior para no tapar el dispensador de agua y jabón. Recuerda que no se deben poner encima de otros platos porque si no, no se limpiarán correctamente.
Igualmente, los elementos de plástico como los tuppers, se han de poner arriba para que la resistencia del lavavajillas no los dañe y se deformen por el calor.
Sin embargo, aquellos que sean más pesados como las ollas o las sartenes, es mejor ponerles debajo para que se limpien mejor porque el chorro irá con más fuerza.
6- Meter cerámica o elementos artesanales
Aquellos utensilios que estén fabricados con cerámica y pintados a mano o que se hayan roto y le hayas pegado con pegamento, no son idóneos para poner en el lavavajillas. Tras el ciclo de lavado es posible que salgan despintados o se despeguen por la acción del calor y del detergente.
7- Colocar la pastilla de jabón fuera del cajetín
Por último, uno de los errores más comunes a la hora de poner el lavavajillas, es la mala colocación de la pastilla de jabón. Muchas personas creen que colocándola dentro del lavavajillas hará un mejor efecto que haciéndolo dentro de la cajetilla adecuada para ello.
Sin embargo, esta acción hará que el detergente salga antes de tiempo y se disuelva en el prelavado provocando que la vajilla no se limpie adecuadamente. Por eso existe el cajetín, para liberar el jabón en el momento oportuno.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones, seguro que tu bolsillo, tu lavavajillas y tus platos lo agradecerán.
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