El frigorífico como un electrodoméstico que nos permite conservar los alimentos en mejores condiciones durante más tiempo. Para que se mantengan las condiciones adecuadas tenemos que tener en cuenta una serie de variables: la temperatura adecuada, colocar la compra de los alimentos o la comida preparada en el lugar adecuado dentro del frigorífico, realizar una limpieza exhaustiva del interior del mismo y descongelar el frigorífico si es de los que no tiene sistema antiescarcha y hielo.
Las temperaturas bajas del frigorífico ayudan a retrasar el desarrollo de microorganismos y bacterias. Se pueden evitar algunos contratiempos relacionados con enfermedades e intoxicaciones alimenticias organizando el frigorífico de manera adecuada.
Si te vas ausentar cierto tiempo de tu vivienda habitual por motivos personales, bien porque te vas de vacaciones con tu familia o amigos o de trabajo u otros motivos, prepara tu frigorífico para que cuando regreses no te lleves sorpresas innecesarias y un tanto desagradables, que para nadie son plato de gusto y menos si llegas cansando lo último que te apetece es vivir esta circunstancia.
5 acciones que te aconsejamos realizar con tu frigorífico si te ausentas de la vivienda
La premisa principal es conocer realmente que alimentos podemos guardar en el frigorífico. Muchas veces guardamos alimentos que quizá sólo sea necesario que estén en sitio fresco, como una despensa, sin necesidad de la temperatura fría de la nevera. El mismo caso podemos trasladarlo al congelador, que alimentos se pueden congelar y como se puede hacer para mantener los productos las condiciones óptimas.
1. Revisar todos los alimentos que tenemos y si sería conveniente eliminar los productos que ya están en fecha límite
Dependiendo del número de días que te vayas a ausentar de tu casa, tendrás que aplicar unas medidas u otras. Si sólo vas estar fuera de tu casa un par de días, quizá sólo sea suficiente con revisar los alimentos y comprobar fechas de caducidad. En ocasiones almacenamos comida y no nos percatamos de la necesidad de revisar. Antes de desecharlo totalmente, intenta ver si esa comida puede aprovechar algún familiar o amigo.
2. Desconectar el frigorífico de la red eléctrica
Si te vas ausentar de tu hogar durante un tiempo o bien puedes apagar el frigorífico desde los botones que tienes en el propio aparato y así evitarás tener que mover el electrodoméstico o bien lo puedes desenchufar de la toma eléctrica.
3. Descongelar el frigorífico
Si tienes un frigorífico estático, que tiene ya algunos años y no presenta tecnología No Frost, tienes que descongelarlo cada cierto tiempo, ya que tendrás que eliminar la capa de hielo que se habrá formado. El hielo se forma principalmente por problemas de ventilación de tu frigorífico, no consigue expulsar la humedad y el aire se condensa y se produce una capa de hielo. Comprueba que la puerta del frigorífico ajuste herméticamente, de lo contrario los cambios de temperatura produce la creación de escarcha o la acumulación de hielo. Se recomienda realizar esta operación al menos dos veces el año.
Sino realizas la tarea de descongelación, la capa de hielo en el frigorífico o congelador actúa como un componente aislante. Esta circunstancia puede provocar que los alimentos, la comida preparada, salsas, bebidas o lácteos no se conserven en las mejores condiciones y tendrás que desechar estos productos o bebidas. Además el frigorífico va a tener un mayor gasto de energía, con la consiguiente subida en el importe de tu factura de la luz.
4. Proceder a realizar una limpieza exhaustiva del frigorífico
Para proceder a la limpieza el frigorífico, una vez que no tienes ningún alimento o bebida, retira los distintos cajones y baldas. A continuación, céntrate a la limpieza como tal, con un producto adecuado, agua tibia, una esponja o una paño húmedo. También tienes las opción de limpiar el frigorífico con jabón y amoníaco. Te aconsejamos que ya que vas a realizar una limpieza completa del aparato no dejes de lado la limpieza del exterior, las gomas del frigorífico y la parte trasera del mismo. Elimina todos los restos de polvo de las rejillas, ayúdate de un paño húmedo o de un pequeño aspirador.
Una vez has realizado la limpieza ya tienes el frigorífico impoluto, a continuación pasa un trapo de algodón para eliminar los restos de humedad y de agua. Ya sólo te queda colocar cada uno de los compartimentos. Cuando vuelvas de tu casa después de unos días o de un cierto tiempo tu frigorífico funcionará casi tan bien como el primer día.
5. Ventilación adecuada en el frigorífico
Si has llegado a este punto, donde tu frigorífico presenta un aspecto reluciente, es conveniente que dejes las puertas entreabiertas para que haya ventilación, muy recomendable para evitar la proliferación de bacterias por exceso de humedad y concentración de malos olores. Te puede interesar tener en cuenta un conjunto trucos caseros para eliminar los malos olores de tu frigorífico.
Para favorecer la ventilación es importante colocar unas rejillas. Se suelen colocar principalmente en frigoríficos empotrados. Este elemento complementario mejora considerablemente la ventilación.
Y tú, ¿qué acciones tienes en cuenta con el frigorífico cuando te ausentas un tiempo de tu hogar?. Estamos para escucharte.
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