Los radiadores eléctricos son un tipo de calefacción fija con una gran cantidad de ventajas. Se fabrican de aluminio, un conductor térmico muy bueno, por lo que son los más eficientes para mantener la temperatura. Funcionan repartiendo el calor gradualmente, son programables y necesitan un 30% menos de potencia que otros radiadores.
¿Estás renovando el sistema de calefacción de tu hogar o instalando uno nuevo por primera vez? Es probable que te asalten las dudas sobre qué clase de radiador eléctrico te ofrecerá la potencia necesaria y consumirá lo menos posible. A continuación te explicamos cómo elegir el radiador ideal para cada habitación de tu casa.
La fórmula de la potencia calorífica
Esta formula te indica la cantidad de Vatios (W) que necesita tu habitación mediante una simple multiplicación.
Potencia requerida (W)= A x B x C x D x 85
A = Los metros cuadrados de la estancia a calentar.
B = La orientación de la vivienda. Esto influirá en la cantidad de luz solar que recibe tu casa.
- Norte: 1,12
- Sur: 0,92
- Este: 1
- Oeste: 1
C = El aislamiento. Determina la eficiencia energética del sistema de calefacción.
- Buen aislamiento (ventanal doble y tabique doble): 0,93
- Asilamiento sencillo (ventanal sencillo y tabique doble o ventanal doble y tabique sencillo): 1
- Sin aislamiento (ventanal sencillo y tabique sencillo) = 1,10
D = La zona climática donde vivas.
- Roja: 0,88
- Amarilla: 0,95
- Verde: 1,04
- Azul: 1,12
- Morada: 1,19
Lo normal es que a partir de los 15 metros cuadrados necesites dos o más radiadores eléctricos para mantener y repartir el calor. Otro punto a favor es que son programables independientemente de los demás. Puedes adaptar cada radiador al tamaño y la orientación de la estancia en concreto.
Tipos de radiador eléctrico
Existe una gran variedad de radiadores en el mercado, por sus potencias, tipos de calefacción, tamaños, etc. Os explicamos el funcionamiento de cada uno y las ventajas y desventajas que ofrecen.
- Radiadores secos: la electricidad calienta unos paneles internos que acumulan el calor. Se calientan muy rápido y proporcionan calor al instante, pero éste solo durará mientras esté encendido. Son ideales para los baños por ejemplo, los calientas mientras te estés duchando y al terminar los apagas.
- Radiadores convectores: calientan directamente el aire mediante una resistencia eléctrica. Crea una circulación de aire caliente y frío para calentar la estancia pero la temperatura es desigual y tiende a elevar el polvo. Es adecuado para zonas de paso como la entrada, los pasillos o las habitaciones de invitados de la casa.
- Radiadores de fluido: tienen en su interior un líquido que circula y calienta el emisor de modo uniforme. Calientan la estancia de una forma más lenta pero su inercia térmica permite mantener el calor hasta unas 4 horas después de apagarlo. Este tipo es una buena opción para realizar una instalación completa en el hogar. Su uso continuo ideal está entre las 5 y 8 horas diarias.
- Radiadores cerámicos: al encenderlos la red eléctrica comienza a calentar el material, que tarda horas en alcanzar la temperatura máxima. A la vez son los que mantienen el calor en la habitación durante más tiempo. Se recomiendan para un uso continuo de más de 8 horas al día.
Subtipos de radiador eléctrico:
Dentro de estos dos últimos tipos pueden ser de calor suave o de acumulación. Los primeros permiten subir la temperatura más rápido gracias a su capa exterior de aluminio y la mantienen bien por la capa interior de hierro fundido. Los acumuladores tienen una gran capacidad para almacenar el calor durante la noche (cuando el consumo eléctrico es más barato) y lo irradian durante el día. Su inconveniente principal es el peso y el tamaño.
Los radiadores más adecuados para calentar las habitaciones, el salón o la cocina son los de fluido y los cerámicos. Si vivís en una zona muy fría y necesitáis más horas de calefacción os serán más convenientes los cerámicos. La elección entre los acumuladores o los de calor suave dependería de vuestra tarifa eléctrica contratada.
Recuerda estos consejos prácticos
Para que tu radiador funcione eficientemente no sólo tienes que comprar el adecuado sino también programarlo y mantenerlo en buen estado.
- No lo cubras ni lo utilices para tender la ropa
- Mantenlo limpio pasándolo con un trapo humedecido en agua jabonosa. Evitando la acumulación de polvo calentará a máxima potencia y no ensuciará la pared.
- Programa las horas estrictamente necesarias: cuando vayas a estar en casa y cuando más frío sea el clima. No sobrepases los 21 grados, que es la temperatura ideal dentro de una vivienda.
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